La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn tienen múltiples consecuencias para las personas afectadas. Muchas de ellas evidentes y palpables como el dolor y el aislamiento. Otras, en cambio, más difíciles de “medir” y visibilizar, como tener que vivir en la incomprensión, entre falsas alarmas y con la incertidumbre de no saber si aquello que se teme, finalmente sucederá. En definitiva, enfermedades con implicaciones físicas, sociales y emocionales.
Los pacientes con crohn y colitis ulcerosa pueden presentar cólicos, dolor abdominal y urgencia por ir al baño.
La alteración en la capacidad para absorber nutrientes y las deposiciones frecuentes agotan las fuerzas de muchas personas.
La culpa, vergüenza y múltiples preocupaciones (miedo a entornos no controlados, a salir de casa…) hace que las personas con EII puedan tener también graves consecuencias emocionales. Lo que provoca a su vez que las relaciones sociales se vean afectadas; desencadenando aislamiento y depresión.
También son frecuentes otros síntomas como la fiebre y el dolor músculo-esquelético. El 20% de las personas afectadas desarrollan artritis y un 33% alguna enfermedad asociada.
Compaginar los efectos del crohn y la colitis ulcerosa con una ocupación puede ser complicado.
Al mismo tiempo, es habitual el sentimiento de ser juzgados por el equipo de la empresa y tener miedo a no poder desempeñar las tareas del puesto de trabajo.
Es aleatorio, pero existen días y horas malas. En estos casos, es mejor flexibilizar la jornada laboral y los horarios, especialmente los horarios de entrada y las pausas de la comida
Infórmate. La información favorece la comprensión y reduce los malentendidos. Lo que desencadena en un clima laboral de confianza y empatía
La reducción de la jornada laboral, en los momentos en los que la enfermedad está más activa,sin llegar a incapacitar, aumenta la productividad, la satisfacción y reduce las bajas médicas.
Las bajas causadas por esta enfermedad crónica, si se dan, como sucede con las relacionadas con la maternidad, no deben tener costes adicionales para las empresas.