Factores de riesgos de huesos débiles en EII

Es natural que con el avance de la edad perdamos parte de la densidad de nuestros huesos. El proceso por el que se forman los huesos es lento y cuando la resorción ósea (proceso por el que el tejido óseo es eliminado por los osteoclastos) empieza a ser más rápida, los huesos comienzan a perder densidad.

El que se tenga una densidad mineral ósea (DMO) con unos valores bajos no significa que los huesos se vayan a romper automáticamente, pero sí que puede haber una alta probabilidad de rotura. Por si mismos, unos huesos débiles no tienen por qué producir dolor, sin embargo, las fracturas suelen ser dolorosas y algunas, como las de la cadera, pueden desembocar en serios problemas de perdida de movilidad.

Sorprendentemente, no suele haber síntomas obvios de la perdida de densidad ósea a parte de las fractura. Por ello, una primera medida para conocer el estado de salud de nuestros huesos es considerar si los factores de riesgo se dan en nuestro caso.

 

Factores de riesgo para la población general

  • La edad. Aunque la pérdida de densidad ósea puede afectar a personas de todas las edades, es más habitual en las más mayores.
  • El género. Las mujeres tienen huesos más pequeños y tienden a perder densidad más deprisa que los hombres. Esto es por los cambios hormonales que se dan durante la menopausia que aceleran la rotura de los huesos.
  • La raza. Parece ser que las personas de origen europeo y asiático tienen una mayor tendencia a desarrollar una pérdida de densidad ósea.
  • Las fracturas previas. Si eres de los que se le rompen los huesos con facilidad, eres más propenso a tener nuevas fracturas en el futuro.
  • El peso. El estar bajo de peso o tener una baja masa corporal.
  • El fumar.
  • El beber demasiado alcohol.
  • Bajos niveles de testosterona en los hombres.
  • Una dieta pobre en calcio o vitamina D, que ayuda a absorber el calcio.
  • Una reducida exposición al sol, nuestra principal fuente de vitamina D.
  • La inmovilidad prolongada o un estilo de vida sedentario.

 

Factores de riesgo para las personas con EII

Las investigaciones han sugerido que tener la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa es un factor de riesgo añadido que puede producir la pérdida de densidad ósea y fracturas con mayor facilidad. Además, algunas personas con enfermedad inflamatoria intestinal pueden encontrar que el proceso inflamatorio afecta a sus articulaciones.

  • El uso de corticoides. El tratamiento del crohn o de la CU con esteroides puede incrementar el riesgo de tener unos huesos débiles. Esto se debe a que los esteroides reducen la cantidad del calcio que el cuerpo absorbe de la comida y aumenta la pérdida de este mineral a través de la orina. La medida en la que los huesos se pueden ver afectados por la toma de esteroides dependerá de la dosis y de la duración del tratamiento. Los esteroides tomados por vía rectal, en enemas o supositorios, son menos propensos a causar debilidad en los huesos que los que se toman por vía oral o intravenosa.
  • El evitar determinados alimentos. Si retiras algunos alimentos de tus comidas, por una intolerancia a la lactosa o porque te producen dolor abdominal, tienes más probabilidades de tener un déficit de calcio en tu dieta y, al menos que estés tomando un suplemento de forma regular, este déficit puede ralentizar la formación de los huesos.
  • La inflamación por si misma. Las personas con una EII activa tienden a tener un alto nivel de citocinas, sustancias que el cuerpo libera como parte del proceso inflamatorio y que pueden afectar a la velocidad de la formación de los huesos.
  • La pobre absorción de nutrientes debido a la inflamación del intestino. En el intestino delgado se absorben los nutrientes importantes para la formación de los huesos, especialmente el calcio y la vitamina D. Por lo tanto, tienes un riesgo adicional de perder densidad ósea si esta zona de tu cuerpo ha sido afectada por el crohn.
  • Hormonas sexuales. La combinación de la citocinas y una nutrición deficiente pueden disminuir los niveles de estrógenos y testosteronas que, a su vez, puede afectar a la salud de los huesos.

Fuente: Crohn's & Colitis UK

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Colitis Ulcerosa, enfermedad de crohn, Densidad Mineral ósea, corticoides, huesos, esteroides, calcio, vitamina D

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