Todos felices y sonrientes. III Jornadas de Jóvenes, Algeciras 1997
Este artículo lo hemos dividido en tres partes con sus particulares puntos de vista:
- La parte lúdica
- La organización del evento
- Cartas y conclusiones de la encuesta.
Nos referiremos sobre toda a la tercera parte, que como se ve en esta pequeña muestra que consta dedos cartas y una encuesta, pone de manifiesto que lo que se consigue en estas convivencias es algo profundo, a nivel de amistad, de entendimiento entre personas que tienen un mismo problema, cosa que une más que nada y por lo que cuentan sus protagonistas da lo mismo que las Jornadas duren tres, cuatro o siete días, siempre se necesita unas horas para seguir compartiendo experiencias con nuestros queridos colegas.
I. Parte Lúdica
Un año más, y van tres, se han celebrado las jornadas para jóvenes de ACCU. Las primeras fueron a Ibiza, las segundas en Sitges y ésta vez, imitando a las asambleas generales, nos hemos ido al sur, pero como los jóvenes lo hacemos todo a lo grande si nos hemos ido al sur, nos vamos lo más al sur posible, hasta Algeciras llegamos, casi casi no se puede bajar más.
Este año se han introducido algunos cambios en la organización, cambios importantes, los más sonoros han sido el cambio de fechas, de Mayo hemos pasado a Julio, y la invitación a un grupo de jóvenes extranjeros para que asistieran a estas convivencias.
A lo largo de la tarde del domingo 6 de julio, fuimos llegando todos los miembros de las distintas sedes a esta bonita villa a la sombra del famoso y polémica Peñón de Gibraltar. Fue una tarde de presentaciones y saludos. Contaba el gran Cervantes que Don Quijote había vuelto de su primer viaje mohíno y cansado, pues bien, tras atravesar España de lado a lado también nosotros nos encontrábamos de aquesta manera, así gran parte de los asistentes se acostaron temprano ya que presentíamos que nos esperaba una semana terrible, agotadora.
Amaneció el 7 de Julio (festividad de San Fermín). Después de un gran madrugón fuimos recibidos por las autoridades de Algeciras en el museo arqueológico: saludos, agradecimientos, ánimos y un largo etcétera de cosas que dijeron, pero he de confesar que yo estaba pensando en el sueño que me habían arrebatado poco antes, pido disculpas por ello. Ya que estábamos allí, en el museo, nos contaron los orígenes de la ciudad, la manera de vivir de sus primitivos habitantes, historias de lejanas batallas plantadas a los muchos invasores, etc. un poco de cultura siempre es buena. Más tarde hicimos una visita turística a los lugares más característicos de Algeciras. Fue una mañana relajada ya que el cansancio del viaje se hizo notar entre muchos de nosotros.
Nos dirigimos al albergue para comer, y aunque la comida no estaba muy buena, vernos comer daba gusto, parecía que no lo habíamos echo nunca. La tarde fue también muy tranquila, primero la ansiada siesta y más tarde una charla de Dr. León Pecasse, que en una próxima revista se resumirá. Por la noche, nos quedamos todos hablando en el salón del albergue, como a la postre pasaría todos los días, nos dieron las diez, y las once, y las doce, y la una, y las dos, y las tres... (Y desnudos al amanecer nos encontró la luna, pero eso es otra historia que algún día contaré).
El Martes por la mañana, ¿Martes ya?, como pasa el tiempo. Cuando me levanté de la cama había alguien en el espejo que me miraba con cara de sueño. En el comedor, desayunando, me di cuenta de que las ojeras eran una enfermedad muy extendida. Una vez repuestas las energías nos dirigimos hacia el puerto donde nos esperaba toda una brillante flota de inmensos y lujosos ferries y una patera, cuando nos dijeron que no era una patera sino nuestro barco, corrimos todos al botiquín para atiborrarnos a Biodramina (española), los belgas (raza aparte) tenían su propia medicina antimareos aunque parece que no hizo mucho efecto, había una chica en especial cuyas arcadas las oyeron en Mauritania.
Después de dos horas de balanceo llegamos a Ceuta, al pisar el suelo africano daban ganas de besarlo, no por ser la primera vez que lo pisábamos sino porque la tierra firme es la tierra firme, nadie la besó ya que sólo el hecho de pensar que teníamos que poner la cabeza boca abajo era una vil tortura.
¡África!, el continente negro, tierra de aventuras aventureros, por cuyas llanuras corretean los más bellos animales del mundo, dónde el hombre daba sus primeros pasos hace un millón de años. Allí mismo, en Ceuta, nos esperaba una guía del Ay de Carta que nos llevó por los lugares más "típicos "de la ciudad. Una de las visitas que más nos impresionó fue la subida al monte Acho donde ay una iglesia con una piedra que, según la leyenda, el que frota su "trasero" con ella se casa en un año. Realmente la mayoría quería estar soltero así que sólo los belgas frotaron sus partes. Bueno, una chica gallega también se dio unas friegas de asiento, no nos imaginamos el porqué de su actuación ya que, con su belleza, se podría casar cuanto le diera la gana.
También estuvimos de compras en los famosos mercadillos norteafricanos, nosotros nos esperábamos el gran zoco de la morería y nos encontramos una urbe de lo más occidental, sólo faltaba que los artículos fueran hechos Taiwán, bueno a decir verdad, la mayoría estaban hechos en Taiwán. Allí pudimos comprobar la insistencia de los mercaderes del lugar a la hora de hacer negocios (barato, barato, tresienta peseta perdo dinero, ¿tú compras morito?). Aunque nosotros no compramos casi nada, algunos belgas picaron como chinos. Las autoridades del ayuntamiento de Ceuta nos invitaron (YUJUUUU!!!) al parque Mediterráneo que es un complejo de piscinas de agua salada y fría, muy fría, friísima y en ese bello paraje pasamos la tarde.
Después de nuestro agotador día en suelo africano cogimos otra vez nuestra paterita! uy perdón! nuestro pedazo de barco rumbo al viejo continente, pero en esta ocasión nadie sintió el mareo ya que íbamos dormidos, que no durmiendo.
Al terminar de cenar había gente aún con fuerzas que bajó a la zona de Getares en Algeciras a tomar algo y debían tener fuerzas porque llegaron a las cinco y media de la mañana, lo cuál no está nada mal para ser un Martes (esta juventud… ¿Qué podemos hacer con ellos?). Según nos contaron todos aprendieron a bailar sevillanas, incluidos los belgas, el "chinito" (que también había uno) aprendió el Viernes, lo más destacado de la noche fue la facilidad que uno de los madrileños del grupo mostró para sacar copas gratis y el escándalo que se formó cuando, por el medio del paseo, aparecieron dos Dragqueen dando animación al personal con las lucecitas rojas destellantes de sus cinturones. El resto que se quedó en el albergue también resistió gran parte de la noche en los cómodos sofás del salón, compartiendo amistad con el guarda jurado.
Las ojeras del Miércoles ya llamaban la atención, antes de entrar en el comedor con gafas de sol, me daba vergüenza lo que pudieran pensar de mí, cuando me vieran mis compañeros, una vez dentro pude comprobar que aquél comedor era un mar de gafas oscuras. Esa mañana, nos fuimos a la playa de Getares, exceptuando los que se levantaron a las dos de la tarde para comer con los demás, bueno para comer porque sino a ver quién es el guapo que aguanta hasta la cena.
Getares es una playa de Algeciras, con gran ambiente diurno debido al buen clima de la zona y también nocturno debido a la cantidad de bares que hay alrededor aunque si hay
que destacar algo de esa playa es, sin lugar a dudas, el viento. Los cuerpos españoles poco a poco se iban bronceando dado que el día era estupendo, pero los cuerpos de los belgas iban tomando un color rojizo muy divertido (¿Les dolerá? Pensé yo en un momento de lucidez).
Por la tarde nos esperaba la siesta o la piscina, o la siesta en la piscina para después asistir a los grupos de trabajo que dirigió la psicóloga Isabel Pérez, que en un próximo número se resumirá. Esta actividad nos ocupó toda la tarde, descansando sólo cuando llegó la hora de la cena, de la comida mejor no hablar, pero estas jornadas tenían que tener algún fallo, no puede ser todo excelente.
En la noche del Miércoles nadie bajó a Algeciras pero volvimos a acompañar al guarda –jurado casi toda la noche sin dejarle dormir y viendo como los belgas vaciaban la máquina de chocolatinas y refrescos, mientras nosotros jugábamos al futbolín y cantábamos en el karaoke,¿No sabías que teníamos karaoke? Pues sí.
Las gafas de sol fueron las protagonistas de la mañana del Jueves ya que no había otra cosa para disimular lo que ya no eran ojeras sino hipopótamos, pero no nos importaba, ese día era la excursión estrella de nuestro viaje, primero Jerez y luego Sevilla.
El autocar salió al despuntar el día, un agradable día verano andaluz, pero a mí me importaba un comino, yo quería dormir. Al llegar a Jerez, visitamos unas bodegas. Allí nos explicaron cómo se elabora el brandy y los distintos vinos andaluces (manzanilla, jerez, dulce…), también nos enseñaron las distintas maneras de denominar a los vinos según su vejez, que si el vino joven, que si el reserva, que si el gran reserva, en fin un curso completo de enología. Al final nos ofrecieron una degustación, que en definitiva era a lo que habíamos ido, a beber. Lo que más éxito tuvo fue el brandy Cardenal Mendoza gran reserva, quizá porque nos dijeron que cada botella valía 30.000 pesetas. Como buenos catadores la mayoría probaba los vinos en sorbitos pequeños, aunque sabemos de alguno que salió de allí cantando el Asturias patria querida, eso sí, afinando bien que por algo se había tajado con Cardenal Mendoza.
En el mismo Jerez paramos en un parque para tomar un tentempié y seguir el viaje a Sevilla, tierra de arte y poderío.
Por fin llegamos a Sevilla y olé Torre del oro, nada más salir del autocar sentimos que nuestra respiración se cortaba debido a la asfixiante temperatura, pero como nos esperaba una tarde-noche en Isla Mágica no nos importo mucho. Isla Mágica es un parque temático de reciente apertura situado en la mundialmente conocida isla de La Cartuja, donde fue la Expo. Nuestra primera visita fue una atracción de agua para refrescarnos un poco, a lo largo de la tarde las probamos absolutamente todas y es que "apretaba la caló que nos veas quillo".
Comenzamos, como decía, por los Rápidos del Orinoco, que era una balsa que navegaba por un canal de aguas turbulentas. Tras nuestro primer baño nos dirigimos al Tiovivo donde estaba uno de los miembros del famoso dúo Los Morancos, quién nos lo iba a decir, codeándonos con los famosos. El calor volvía a asfixiar y nos fuimos a otra atracción acuática, Los Troncos, donde en una minúscula balsa bajabas pendientes a gran velocidad, los situados en la parte delantera salían duchados, los de atrás… también.
Después del baño y entre sesión y sesión de fotos nos dirigimos a la Balsa, otra bajada libre a más de cincuenta kilómetros por hora, otra gran ducha para acabar las atracciones agua.
Luego nos dirigimos al Jaguar, una montaña rusa invertida donde se iba con las piernas colgando, la verdad es que no me explico como no calían volando zapatos continuamente, es un misterio. La expresión de las caras iba cambiando según nos acercábamos porque la verdad impresionaba mucho. Sólo los más alocados, que no fueron pocos, se atrevieron a subir. Una vez arriba, gritaban como niños pequeños, pero repitieron, fue la atracción más divertida.
Como ya habíamos probado todas las duchas de las atracciones de agua, hicimos un pequeño descanso para coger fuerzas y seguir por Isla Mágica. Luego nos dirigimos a un cine tridimensional donde los asientos se movían al son de la película y parecía realmente que estabas participando en ella.
Como nos quedaba tiempo fuimos repitiendo atracciones hasta la hora del Desembarco, una representación teatral, daba miedo ver como los buenos luchaban contra los piratas defendiendo el botín de un barco. Espadas, trabucos, pistolas de mecha, arcabuces, como en la guerra de las galaxias pero en Sevilla.
Tras treinta y cinco fotos de grupo, hechas con treinta y cinco cámaras diferentes nos fuimos a cenar al restaurante más barato de los que encontramos por allí para, posteriormente ver unos bellísimos fuegos artificiales en el lago, donde se mezclaban luces de colores, música, fuegos en el cielo y una espectacular proyección de imágenes que salían en el medio del lago sobre una pantalla de agua, un auténtico Espectáculo Multimedia, que así se denominaba.
Como decía un famoso periodista, al filo de la media noche nos fuimos de regreso a Algeciras, nos esperaban tres horas y media de viaje. A medio camino nos encontramos una estación de "servicio" de esas que anuncian por la tele con todo tipo de "servicios", pero era eso precisamente lo que no nos dejaron utilizar, LOS SERVICIOS, así que, sin poder evacuar, otra vez al autocar. Se nos hizo eterno así que esa noche poca gente acompaño al guarda-jurado en los salones del albergue, no sabemos porqué éste mostraba una sonrisa tan amplia cuando dijimos que nos íbamos a la cama.
Entre tres y cuatro personas se levantaron a desayunar el Viernes y lo hicieron porque se fueron de visita a Gibraltar. El resto roncaba en sus habitaciones como los osos en invierno porque nos esperaba un día de fiesta. Por la tarde nos fuimos a la playa de Bolonia, donde nos llamaron la atención sus aguas tan puras y cristalinas, sus arenas tan blancas y finas y que no hacía viento, señores no hacía viento. El moreno de nuestras pieles era castaño oscuro y los belgas cada vez más rojos ¿Conocéis los pinchos morunos? ¿Y el cordero a la estaca?
Viernes por la noche, cincuenta jóvenes, la mayoría lejos de sus casas, no se podía esperar otra cosa que no fuera juerga nocturna, así que nos fuimos todos de marcha a Algeciras, a la zona de Rinconcillo, a la orilla del mar. La semana había sido muy intensa, llena de cosas, ¡que hacer y el cansancio era grande, pero a pesar de ello nos pasamos la noche de bar en bar tomando refrescos y otras cosas menos sanas, incluso algunos, más tarde, se fueron a la discoteca. Como a la mañana siguiente nos esperaba una visita al término municipal de Los Barrios, no retrasamos mucho nuestro regreso al albergue, a las siete de la mañana estábamos todos allí y a las ocho y media desayunando con gafas de sol (¡Dios mío, no vuelvo a beber jamás!).
Con la boca bastante pastosa y un dolor muscular notorio debido a la resaca emprendimos nuestro pequeño viaje hacia Charco Redondo en el parque natural de Los Alcornocales en los alrededores de Los Barrios (Cádiz, Andalucía, España) en donde nos invitaron a una suculenta paella lamentablemente entristecida por las noticias llegadas desde el País Vasco.
Mientras redactábamos este artículo, además, nos llegó la noticia de que un terrible incendio calcinó más de setecientas hectáreas en la zona de Los Barrios, donde comimos la paella.
La última noche decidimos celebrarla en la zona de Getares otra vez, como el martes anterior, bailando sevillanas y preparando la despedida que continuamos posteriormente en el albergue con el guarda- jurado, en esos momentos no tan sonriente. Comentario: la resaca del día anterior se nos pasó misteriosamente a todos a eso de las once de la noche, misterios de la vida.
Y llegó el peor día, el último, el de la despedida. Después de una semana tan intensa se hacen buenos amigos y aunque sabíamos que la mayoría nos veremos el año que viene en San Sebastián, a la hora de marchar, el momento se hizo muy duro y emotivo. Intercambio de direcciones, besos, abrazos, alguna lágrima y un "ya nos veremos", así fuimos partiendo todos hacía nuestros lugares de origen.
Fue una semana maravillosa, sobre todo por el trabajo que hizo ACCU Campo- Gibraltar, en especial Francisco García Olivares (Curro), Luís Leo, Loli Blanco y María del Pilar Crespo. Gracias por todo "Sois la leche".Curro.
¿Cuándo organizas otra? Que vamos.
II. La organización del evento
Queridos amigos:
Desde este rincón de España queremos contaros las aventuras y desventuras vividas por dos enfermos crohnicolíticos.
Título: "III Jornadas Jóvenes ACCU Algeciras 97"
Intérpretes: crohnicolíticos de España, Bélgica y otros caraduras acompañantes
Fotógrafo: Manolo Costa "Manolito el Astur"
Producido por: Unos colaboradores.
Guión: Basada en dos anteriores.
Directores: Curro y Luís
Opinión de la crítica: Cada cual con la suya.
Película basada en hechos reales.
Sinopsis:
Desde Sitges ya sabíamos que había un sentimiento por parte de mucha gente de que las próximas fueran en el SUR. Y para sur que mejor que la puerta de Europa.
Comenzamos a buscar donde alojar estas jornadas, teniendo varios sitios disponibles para realizarlas como eran un hotel (como siempre, caro), un campamento (bastante alejado, lo ideal para convivir, barato) y un albergue (una mezcla de los dos anteriores, pero con subvención del Ayto.).
Decidido los lugares a elegir, pedimos presupuestos, tanto para tres días como para una semana. El presupuesto contenía tanto el hospedaje como las excursiones, el autobús, camisetas y otros gastos.
Una vez que conseguimos los presupuestos aproximados de la convivencia, nos reunimos con la Junta Central en Torremolinos para presentarles los mismos y elegir un sólo proyecto de los tres presentados. El elegido fue el albergue y siendo las convivencias de una semana (por primera vez). Para no ser sólo una convivencia de una semana, teníamos la asistencia confirmada de unos 40 belgas que, por diversos motivos, quedaron reducidos en algo menos.
Después de la aprobación de la Junta Central, comenzaba nuestra particular cuenta atrás. Creíamos que teníamos suficiente tiempo, pues la reunión fue a principios de febrero, y las jornadas iban a ser en julio, pero el tiempo pasa muy deprisa, todo se te echa encima (¡y tanto!).
Teniendo definido, más o menos el presupuesto, comenzamos a buscar las ansiadas subvenciones que todo el mundo te garantizaba (la realidad era otra).
En todo este tiempo nos ocurrió de todo, hospitalización del codirector de la película (Luís), hospitalización de un familiar del otro codirector (Curro), exámenes finales universitarios, feria de Algeciras, los plazos se cumplían, y un sin fin de cosas, como que el verano no llegaba.
¡Pues llegó el verano! Pero estábamos casi como el principio, sin nada asegurado. (Sin dinero sobre todo).
Quedaban menos de dos semanas y estábamos en plena feria de Algeciras (duran nueve días) donde nadie te atiende. Las reuniones se sucedían unas tras otras, los cambios de excursiones también, el ir y venir a los distintos organismos, etc.
LLEGO EL DIA "D" (6 de julio de 1997)
Este día aunque las jornadas comenzaban a las 18:00 h. con la recepción de los participantes, para nosotros comenzó a las 07:00 h. puesto que había que recoger a todos y en todos los lugares, aeropuerto de Málaga, estaciones de autobuses y de tren.
Entre recoger a unos y otros alguien se quedaba esperando en RENFE o se nos perdía alguna asturiana. Pero al fin todos fueron llegando al albergue y comenzaba otra lucha, acomodar a todos y al gusto de todos, (¡El día más largo de nuestra vida! ¡Nunca terminaba!). Nos fuimos a la cama preguntándonos que nos faltaba (alguno tuvo hasta pesadillas), y para colmo a Luís le salió dirigir otra película que comenzaba el lunes a las 15:30 h. (encontró trabajo y ese era su primer día.).
Una vez levantados por nuestro despertador oficial, Curro nos despertaba aporreando nuestras habitaciones, comenzamos con las actividades programadas. La recepción del Ayto. de Algeciras, fue en el museo en donde su director (aún estando de vacaciones) nos dio la bienvenida.
Entre tanto Luís se tuvo que marchar a su casa porque el estrés del día anterior le había ocasionado un pequeño brote pasajero.
Por la tarde tuvimos la charla de nuestro presidente nacional León Pecasse, que fue muy gratificante (sobre todo para los nuevos). Además nos daba disgusto se iba al día siguiente para Baltimore (suerte que tienen algunos). Nosotros no nos íbamos, nos quedamos y pudimos disfrutar de una tarta de cumpleaños compartida por tres de los participantes, dos españoles y una belga (esperamos que fuera una sorpresa para ellos). Como regalo tuvieron rollo de papel higiénico de colores, ofrecido por la Asociación belga.
Al día siguiente nos levantamos muy, muy temprano pues teníamos que embarcar hacía Ceuta, donde pudimos comprobar la rapidez de ese magnífico barco (más lento que una tortuga coja). Al llegar muy tarde a Ceuta hay que decir en nuestra defensa que este no era el barco previsto, y que por causas ajenas a nuestra voluntad-maldito levante- tuvimos que cambiar de barco, no pudimos disfrutar del recorrido turístico previsto en un principio (no nos olvidemos de la Cruz Roja de Ceuta), pero a pesar de eso, todo fue bien. Tras las compras típicas, nos dirigimos al Parque Mediterráneo donde disfrutamos de una tarde agradable en un lugar inesperado, pues la verdad era algo maravilloso.
Después de un día bastante agotado el siguiente pretendíamos que fuera más calmado, y qué mejor que realizar los grupos de trabajo, que también a eso se venía. Pero antes disfrutamos de lo que aquí tenemos bastante, ¿qué es lo que es? (el que estuvo ese día en la playa de Getares lo sabe). Los grupos de trabajo los dirigió una psicóloga amiga nuestra, Isabel Pérez, y desde aquí queremos darle públicamente las gracias.
Para el siguiente día (jueves) teníamos previsto la visita a Jerez, incluyendo la visita al museo de relojes, espectáculo ecuestre "Cómo bailan los caballos andaluces" y a una bodega. Por imprevistos, tuvimos que cambiar rápidamente el programa ese día, asistiendo sólo a la bodega, donde más de uno pudo descubrir nuestros vinos… y más tarde nos dirigimos a Sevilla donde hacía muy pocos días habían inaugurado el parque de atracciones "Isla Mágica", situado en las instalaciones de Expo`92 ¡Un día maravilloso!¡Y qué cansancio!
Al día siguiente el despertador oficial se había quedado sin pilas, así que cada cual pudo levantarse a la hora que quiso. Algunos disfrutaron de la pequeña piscina del albergue, otros de sus camas. Llegada la tarde nos fuimos a visitar las ruinas y playa de Bolonia., que todavía es un lugar paradisíaco. Por la noche se bajó a los pubs de la playa del Rinconcillo, donde disfrutaron de la movida veraniega de Algeciras. Algunos hasta las…
El sábado fuimos invitados a una comida campera por parte del Ayto. de Los Barrios, en el Parque Natural "Los Alcornocales", donde degustamos productos típicos de la zona y un arroz campero realizado por la cooperativa "Ojaranzo". Al terminar el almuerzo decidimos realizar un lazo humano para manifestar nuestra repulsa por los hechos acaecidos ese día. Para la noche teníamos previsto asistir a un concierto rociero el cual se suspendió por las causas anteriores. En vez del concierto nos dirigimos a la Playa de Getares donde bailamos "ese toro enamorado de la luna" "abanicos de colores…" Luego subimos al albergue donde algunos se acostaron y otros esperaron hasta el amaneces.
El último día no quedaba un duro trabajo, despedir a todo el mundo, algunas lágrimas se escaparon. También intercambiamos direcciones, besos y sueños futuros. Podríamos escribir un libro porque la verdad ha sido una semana inolvidable, donde el cansancio, los brotes, los enfados y todo lo malo se sustituye por la amistad creada en esos días.
Desde aquí sólo queremos agradecer vuestra asistencia y la colaboración prestada para la realización de estas:
"III Jornadas Jóvenes ACCU Algeciras 97"
Nuestro objetivo era: Ver a todos felices y sonrientes al final. Creemos que lo hemos conseguido.
¿Qué creéis?
Luis Leo Crespo
ACCU Campo de Gibraltar
Tags:I. Parte Lúdica
Un año más, y van tres, se han celebrado las jornadas para jóvenes de ACCU. Las primeras fueron a Ibiza, las segundas en Sitges y ésta vez, imitando a las asambleas generales, nos hemos ido al sur, pero como los jóvenes lo hacemos todo a lo grande si nos hemos ido al sur, nos vamos lo más al sur posible, hasta Algeciras llegamos, casi casi no se puede bajar más.
Este año se han introducido algunos cambios en la organización, cambios importantes, los más sonoros han sido el cambio de fechas, de Mayo hemos pasado a Julio, y la invitación a un grupo de jóvenes extranjeros para que asistieran a estas convivencias.
A lo largo de la tarde del domingo 6 de julio, fuimos llegando todos los miembros de las distintas sedes a esta bonita villa a la sombra del famoso y polémica Peñón de Gibraltar. Fue una tarde de presentaciones y saludos. Contaba el gran Cervantes que Don Quijote había vuelto de su primer viaje mohíno y cansado, pues bien, tras atravesar España de lado a lado también nosotros nos encontrábamos de aquesta manera, así gran parte de los asistentes se acostaron temprano ya que presentíamos que nos esperaba una semana terrible, agotadora.
Amaneció el 7 de Julio (festividad de San Fermín). Después de un gran madrugón fuimos recibidos por las autoridades de Algeciras en el museo arqueológico: saludos, agradecimientos, ánimos y un largo etcétera de cosas que dijeron, pero he de confesar que yo estaba pensando en el sueño que me habían arrebatado poco antes, pido disculpas por ello. Ya que estábamos allí, en el museo, nos contaron los orígenes de la ciudad, la manera de vivir de sus primitivos habitantes, historias de lejanas batallas plantadas a los muchos invasores, etc. un poco de cultura siempre es buena. Más tarde hicimos una visita turística a los lugares más característicos de Algeciras. Fue una mañana relajada ya que el cansancio del viaje se hizo notar entre muchos de nosotros.
Nos dirigimos al albergue para comer, y aunque la comida no estaba muy buena, vernos comer daba gusto, parecía que no lo habíamos echo nunca. La tarde fue también muy tranquila, primero la ansiada siesta y más tarde una charla de Dr. León Pecasse, que en una próxima revista se resumirá. Por la noche, nos quedamos todos hablando en el salón del albergue, como a la postre pasaría todos los días, nos dieron las diez, y las once, y las doce, y la una, y las dos, y las tres... (Y desnudos al amanecer nos encontró la luna, pero eso es otra historia que algún día contaré).
El Martes por la mañana, ¿Martes ya?, como pasa el tiempo. Cuando me levanté de la cama había alguien en el espejo que me miraba con cara de sueño. En el comedor, desayunando, me di cuenta de que las ojeras eran una enfermedad muy extendida. Una vez repuestas las energías nos dirigimos hacia el puerto donde nos esperaba toda una brillante flota de inmensos y lujosos ferries y una patera, cuando nos dijeron que no era una patera sino nuestro barco, corrimos todos al botiquín para atiborrarnos a Biodramina (española), los belgas (raza aparte) tenían su propia medicina antimareos aunque parece que no hizo mucho efecto, había una chica en especial cuyas arcadas las oyeron en Mauritania.
Después de dos horas de balanceo llegamos a Ceuta, al pisar el suelo africano daban ganas de besarlo, no por ser la primera vez que lo pisábamos sino porque la tierra firme es la tierra firme, nadie la besó ya que sólo el hecho de pensar que teníamos que poner la cabeza boca abajo era una vil tortura.
¡África!, el continente negro, tierra de aventuras aventureros, por cuyas llanuras corretean los más bellos animales del mundo, dónde el hombre daba sus primeros pasos hace un millón de años. Allí mismo, en Ceuta, nos esperaba una guía del Ay de Carta que nos llevó por los lugares más "típicos "de la ciudad. Una de las visitas que más nos impresionó fue la subida al monte Acho donde ay una iglesia con una piedra que, según la leyenda, el que frota su "trasero" con ella se casa en un año. Realmente la mayoría quería estar soltero así que sólo los belgas frotaron sus partes. Bueno, una chica gallega también se dio unas friegas de asiento, no nos imaginamos el porqué de su actuación ya que, con su belleza, se podría casar cuanto le diera la gana.
También estuvimos de compras en los famosos mercadillos norteafricanos, nosotros nos esperábamos el gran zoco de la morería y nos encontramos una urbe de lo más occidental, sólo faltaba que los artículos fueran hechos Taiwán, bueno a decir verdad, la mayoría estaban hechos en Taiwán. Allí pudimos comprobar la insistencia de los mercaderes del lugar a la hora de hacer negocios (barato, barato, tresienta peseta perdo dinero, ¿tú compras morito?). Aunque nosotros no compramos casi nada, algunos belgas picaron como chinos. Las autoridades del ayuntamiento de Ceuta nos invitaron (YUJUUUU!!!) al parque Mediterráneo que es un complejo de piscinas de agua salada y fría, muy fría, friísima y en ese bello paraje pasamos la tarde.
Después de nuestro agotador día en suelo africano cogimos otra vez nuestra paterita! uy perdón! nuestro pedazo de barco rumbo al viejo continente, pero en esta ocasión nadie sintió el mareo ya que íbamos dormidos, que no durmiendo.
Al terminar de cenar había gente aún con fuerzas que bajó a la zona de Getares en Algeciras a tomar algo y debían tener fuerzas porque llegaron a las cinco y media de la mañana, lo cuál no está nada mal para ser un Martes (esta juventud… ¿Qué podemos hacer con ellos?). Según nos contaron todos aprendieron a bailar sevillanas, incluidos los belgas, el "chinito" (que también había uno) aprendió el Viernes, lo más destacado de la noche fue la facilidad que uno de los madrileños del grupo mostró para sacar copas gratis y el escándalo que se formó cuando, por el medio del paseo, aparecieron dos Dragqueen dando animación al personal con las lucecitas rojas destellantes de sus cinturones. El resto que se quedó en el albergue también resistió gran parte de la noche en los cómodos sofás del salón, compartiendo amistad con el guarda jurado.
Las ojeras del Miércoles ya llamaban la atención, antes de entrar en el comedor con gafas de sol, me daba vergüenza lo que pudieran pensar de mí, cuando me vieran mis compañeros, una vez dentro pude comprobar que aquél comedor era un mar de gafas oscuras. Esa mañana, nos fuimos a la playa de Getares, exceptuando los que se levantaron a las dos de la tarde para comer con los demás, bueno para comer porque sino a ver quién es el guapo que aguanta hasta la cena.
Getares es una playa de Algeciras, con gran ambiente diurno debido al buen clima de la zona y también nocturno debido a la cantidad de bares que hay alrededor aunque si hay
que destacar algo de esa playa es, sin lugar a dudas, el viento. Los cuerpos españoles poco a poco se iban bronceando dado que el día era estupendo, pero los cuerpos de los belgas iban tomando un color rojizo muy divertido (¿Les dolerá? Pensé yo en un momento de lucidez).
Por la tarde nos esperaba la siesta o la piscina, o la siesta en la piscina para después asistir a los grupos de trabajo que dirigió la psicóloga Isabel Pérez, que en un próximo número se resumirá. Esta actividad nos ocupó toda la tarde, descansando sólo cuando llegó la hora de la cena, de la comida mejor no hablar, pero estas jornadas tenían que tener algún fallo, no puede ser todo excelente.
En la noche del Miércoles nadie bajó a Algeciras pero volvimos a acompañar al guarda –jurado casi toda la noche sin dejarle dormir y viendo como los belgas vaciaban la máquina de chocolatinas y refrescos, mientras nosotros jugábamos al futbolín y cantábamos en el karaoke,¿No sabías que teníamos karaoke? Pues sí.
Las gafas de sol fueron las protagonistas de la mañana del Jueves ya que no había otra cosa para disimular lo que ya no eran ojeras sino hipopótamos, pero no nos importaba, ese día era la excursión estrella de nuestro viaje, primero Jerez y luego Sevilla.
El autocar salió al despuntar el día, un agradable día verano andaluz, pero a mí me importaba un comino, yo quería dormir. Al llegar a Jerez, visitamos unas bodegas. Allí nos explicaron cómo se elabora el brandy y los distintos vinos andaluces (manzanilla, jerez, dulce…), también nos enseñaron las distintas maneras de denominar a los vinos según su vejez, que si el vino joven, que si el reserva, que si el gran reserva, en fin un curso completo de enología. Al final nos ofrecieron una degustación, que en definitiva era a lo que habíamos ido, a beber. Lo que más éxito tuvo fue el brandy Cardenal Mendoza gran reserva, quizá porque nos dijeron que cada botella valía 30.000 pesetas. Como buenos catadores la mayoría probaba los vinos en sorbitos pequeños, aunque sabemos de alguno que salió de allí cantando el Asturias patria querida, eso sí, afinando bien que por algo se había tajado con Cardenal Mendoza.
En el mismo Jerez paramos en un parque para tomar un tentempié y seguir el viaje a Sevilla, tierra de arte y poderío.
Por fin llegamos a Sevilla y olé Torre del oro, nada más salir del autocar sentimos que nuestra respiración se cortaba debido a la asfixiante temperatura, pero como nos esperaba una tarde-noche en Isla Mágica no nos importo mucho. Isla Mágica es un parque temático de reciente apertura situado en la mundialmente conocida isla de La Cartuja, donde fue la Expo. Nuestra primera visita fue una atracción de agua para refrescarnos un poco, a lo largo de la tarde las probamos absolutamente todas y es que "apretaba la caló que nos veas quillo".
Comenzamos, como decía, por los Rápidos del Orinoco, que era una balsa que navegaba por un canal de aguas turbulentas. Tras nuestro primer baño nos dirigimos al Tiovivo donde estaba uno de los miembros del famoso dúo Los Morancos, quién nos lo iba a decir, codeándonos con los famosos. El calor volvía a asfixiar y nos fuimos a otra atracción acuática, Los Troncos, donde en una minúscula balsa bajabas pendientes a gran velocidad, los situados en la parte delantera salían duchados, los de atrás… también.
Después del baño y entre sesión y sesión de fotos nos dirigimos a la Balsa, otra bajada libre a más de cincuenta kilómetros por hora, otra gran ducha para acabar las atracciones agua.
Luego nos dirigimos al Jaguar, una montaña rusa invertida donde se iba con las piernas colgando, la verdad es que no me explico como no calían volando zapatos continuamente, es un misterio. La expresión de las caras iba cambiando según nos acercábamos porque la verdad impresionaba mucho. Sólo los más alocados, que no fueron pocos, se atrevieron a subir. Una vez arriba, gritaban como niños pequeños, pero repitieron, fue la atracción más divertida.
Como ya habíamos probado todas las duchas de las atracciones de agua, hicimos un pequeño descanso para coger fuerzas y seguir por Isla Mágica. Luego nos dirigimos a un cine tridimensional donde los asientos se movían al son de la película y parecía realmente que estabas participando en ella.
Como nos quedaba tiempo fuimos repitiendo atracciones hasta la hora del Desembarco, una representación teatral, daba miedo ver como los buenos luchaban contra los piratas defendiendo el botín de un barco. Espadas, trabucos, pistolas de mecha, arcabuces, como en la guerra de las galaxias pero en Sevilla.
Tras treinta y cinco fotos de grupo, hechas con treinta y cinco cámaras diferentes nos fuimos a cenar al restaurante más barato de los que encontramos por allí para, posteriormente ver unos bellísimos fuegos artificiales en el lago, donde se mezclaban luces de colores, música, fuegos en el cielo y una espectacular proyección de imágenes que salían en el medio del lago sobre una pantalla de agua, un auténtico Espectáculo Multimedia, que así se denominaba.
Como decía un famoso periodista, al filo de la media noche nos fuimos de regreso a Algeciras, nos esperaban tres horas y media de viaje. A medio camino nos encontramos una estación de "servicio" de esas que anuncian por la tele con todo tipo de "servicios", pero era eso precisamente lo que no nos dejaron utilizar, LOS SERVICIOS, así que, sin poder evacuar, otra vez al autocar. Se nos hizo eterno así que esa noche poca gente acompaño al guarda-jurado en los salones del albergue, no sabemos porqué éste mostraba una sonrisa tan amplia cuando dijimos que nos íbamos a la cama.
Entre tres y cuatro personas se levantaron a desayunar el Viernes y lo hicieron porque se fueron de visita a Gibraltar. El resto roncaba en sus habitaciones como los osos en invierno porque nos esperaba un día de fiesta. Por la tarde nos fuimos a la playa de Bolonia, donde nos llamaron la atención sus aguas tan puras y cristalinas, sus arenas tan blancas y finas y que no hacía viento, señores no hacía viento. El moreno de nuestras pieles era castaño oscuro y los belgas cada vez más rojos ¿Conocéis los pinchos morunos? ¿Y el cordero a la estaca?
Viernes por la noche, cincuenta jóvenes, la mayoría lejos de sus casas, no se podía esperar otra cosa que no fuera juerga nocturna, así que nos fuimos todos de marcha a Algeciras, a la zona de Rinconcillo, a la orilla del mar. La semana había sido muy intensa, llena de cosas, ¡que hacer y el cansancio era grande, pero a pesar de ello nos pasamos la noche de bar en bar tomando refrescos y otras cosas menos sanas, incluso algunos, más tarde, se fueron a la discoteca. Como a la mañana siguiente nos esperaba una visita al término municipal de Los Barrios, no retrasamos mucho nuestro regreso al albergue, a las siete de la mañana estábamos todos allí y a las ocho y media desayunando con gafas de sol (¡Dios mío, no vuelvo a beber jamás!).
Con la boca bastante pastosa y un dolor muscular notorio debido a la resaca emprendimos nuestro pequeño viaje hacia Charco Redondo en el parque natural de Los Alcornocales en los alrededores de Los Barrios (Cádiz, Andalucía, España) en donde nos invitaron a una suculenta paella lamentablemente entristecida por las noticias llegadas desde el País Vasco.
Mientras redactábamos este artículo, además, nos llegó la noticia de que un terrible incendio calcinó más de setecientas hectáreas en la zona de Los Barrios, donde comimos la paella.
La última noche decidimos celebrarla en la zona de Getares otra vez, como el martes anterior, bailando sevillanas y preparando la despedida que continuamos posteriormente en el albergue con el guarda- jurado, en esos momentos no tan sonriente. Comentario: la resaca del día anterior se nos pasó misteriosamente a todos a eso de las once de la noche, misterios de la vida.
Y llegó el peor día, el último, el de la despedida. Después de una semana tan intensa se hacen buenos amigos y aunque sabíamos que la mayoría nos veremos el año que viene en San Sebastián, a la hora de marchar, el momento se hizo muy duro y emotivo. Intercambio de direcciones, besos, abrazos, alguna lágrima y un "ya nos veremos", así fuimos partiendo todos hacía nuestros lugares de origen.
Fue una semana maravillosa, sobre todo por el trabajo que hizo ACCU Campo- Gibraltar, en especial Francisco García Olivares (Curro), Luís Leo, Loli Blanco y María del Pilar Crespo. Gracias por todo "Sois la leche".Curro.
¿Cuándo organizas otra? Que vamos.
II. La organización del evento
Queridos amigos:
Desde este rincón de España queremos contaros las aventuras y desventuras vividas por dos enfermos crohnicolíticos.
Título: "III Jornadas Jóvenes ACCU Algeciras 97"
Intérpretes: crohnicolíticos de España, Bélgica y otros caraduras acompañantes
Fotógrafo: Manolo Costa "Manolito el Astur"
Producido por: Unos colaboradores.
Guión: Basada en dos anteriores.
Directores: Curro y Luís
Opinión de la crítica: Cada cual con la suya.
Película basada en hechos reales.
Sinopsis:
Desde Sitges ya sabíamos que había un sentimiento por parte de mucha gente de que las próximas fueran en el SUR. Y para sur que mejor que la puerta de Europa.
Comenzamos a buscar donde alojar estas jornadas, teniendo varios sitios disponibles para realizarlas como eran un hotel (como siempre, caro), un campamento (bastante alejado, lo ideal para convivir, barato) y un albergue (una mezcla de los dos anteriores, pero con subvención del Ayto.).
Decidido los lugares a elegir, pedimos presupuestos, tanto para tres días como para una semana. El presupuesto contenía tanto el hospedaje como las excursiones, el autobús, camisetas y otros gastos.
Una vez que conseguimos los presupuestos aproximados de la convivencia, nos reunimos con la Junta Central en Torremolinos para presentarles los mismos y elegir un sólo proyecto de los tres presentados. El elegido fue el albergue y siendo las convivencias de una semana (por primera vez). Para no ser sólo una convivencia de una semana, teníamos la asistencia confirmada de unos 40 belgas que, por diversos motivos, quedaron reducidos en algo menos.
Después de la aprobación de la Junta Central, comenzaba nuestra particular cuenta atrás. Creíamos que teníamos suficiente tiempo, pues la reunión fue a principios de febrero, y las jornadas iban a ser en julio, pero el tiempo pasa muy deprisa, todo se te echa encima (¡y tanto!).
Teniendo definido, más o menos el presupuesto, comenzamos a buscar las ansiadas subvenciones que todo el mundo te garantizaba (la realidad era otra).
En todo este tiempo nos ocurrió de todo, hospitalización del codirector de la película (Luís), hospitalización de un familiar del otro codirector (Curro), exámenes finales universitarios, feria de Algeciras, los plazos se cumplían, y un sin fin de cosas, como que el verano no llegaba.
¡Pues llegó el verano! Pero estábamos casi como el principio, sin nada asegurado. (Sin dinero sobre todo).
Quedaban menos de dos semanas y estábamos en plena feria de Algeciras (duran nueve días) donde nadie te atiende. Las reuniones se sucedían unas tras otras, los cambios de excursiones también, el ir y venir a los distintos organismos, etc.
LLEGO EL DIA "D" (6 de julio de 1997)
Este día aunque las jornadas comenzaban a las 18:00 h. con la recepción de los participantes, para nosotros comenzó a las 07:00 h. puesto que había que recoger a todos y en todos los lugares, aeropuerto de Málaga, estaciones de autobuses y de tren.
Entre recoger a unos y otros alguien se quedaba esperando en RENFE o se nos perdía alguna asturiana. Pero al fin todos fueron llegando al albergue y comenzaba otra lucha, acomodar a todos y al gusto de todos, (¡El día más largo de nuestra vida! ¡Nunca terminaba!). Nos fuimos a la cama preguntándonos que nos faltaba (alguno tuvo hasta pesadillas), y para colmo a Luís le salió dirigir otra película que comenzaba el lunes a las 15:30 h. (encontró trabajo y ese era su primer día.).
Una vez levantados por nuestro despertador oficial, Curro nos despertaba aporreando nuestras habitaciones, comenzamos con las actividades programadas. La recepción del Ayto. de Algeciras, fue en el museo en donde su director (aún estando de vacaciones) nos dio la bienvenida.
Entre tanto Luís se tuvo que marchar a su casa porque el estrés del día anterior le había ocasionado un pequeño brote pasajero.
Por la tarde tuvimos la charla de nuestro presidente nacional León Pecasse, que fue muy gratificante (sobre todo para los nuevos). Además nos daba disgusto se iba al día siguiente para Baltimore (suerte que tienen algunos). Nosotros no nos íbamos, nos quedamos y pudimos disfrutar de una tarta de cumpleaños compartida por tres de los participantes, dos españoles y una belga (esperamos que fuera una sorpresa para ellos). Como regalo tuvieron rollo de papel higiénico de colores, ofrecido por la Asociación belga.
Al día siguiente nos levantamos muy, muy temprano pues teníamos que embarcar hacía Ceuta, donde pudimos comprobar la rapidez de ese magnífico barco (más lento que una tortuga coja). Al llegar muy tarde a Ceuta hay que decir en nuestra defensa que este no era el barco previsto, y que por causas ajenas a nuestra voluntad-maldito levante- tuvimos que cambiar de barco, no pudimos disfrutar del recorrido turístico previsto en un principio (no nos olvidemos de la Cruz Roja de Ceuta), pero a pesar de eso, todo fue bien. Tras las compras típicas, nos dirigimos al Parque Mediterráneo donde disfrutamos de una tarde agradable en un lugar inesperado, pues la verdad era algo maravilloso.
Después de un día bastante agotado el siguiente pretendíamos que fuera más calmado, y qué mejor que realizar los grupos de trabajo, que también a eso se venía. Pero antes disfrutamos de lo que aquí tenemos bastante, ¿qué es lo que es? (el que estuvo ese día en la playa de Getares lo sabe). Los grupos de trabajo los dirigió una psicóloga amiga nuestra, Isabel Pérez, y desde aquí queremos darle públicamente las gracias.
Para el siguiente día (jueves) teníamos previsto la visita a Jerez, incluyendo la visita al museo de relojes, espectáculo ecuestre "Cómo bailan los caballos andaluces" y a una bodega. Por imprevistos, tuvimos que cambiar rápidamente el programa ese día, asistiendo sólo a la bodega, donde más de uno pudo descubrir nuestros vinos… y más tarde nos dirigimos a Sevilla donde hacía muy pocos días habían inaugurado el parque de atracciones "Isla Mágica", situado en las instalaciones de Expo`92 ¡Un día maravilloso!¡Y qué cansancio!
Al día siguiente el despertador oficial se había quedado sin pilas, así que cada cual pudo levantarse a la hora que quiso. Algunos disfrutaron de la pequeña piscina del albergue, otros de sus camas. Llegada la tarde nos fuimos a visitar las ruinas y playa de Bolonia., que todavía es un lugar paradisíaco. Por la noche se bajó a los pubs de la playa del Rinconcillo, donde disfrutaron de la movida veraniega de Algeciras. Algunos hasta las…
El sábado fuimos invitados a una comida campera por parte del Ayto. de Los Barrios, en el Parque Natural "Los Alcornocales", donde degustamos productos típicos de la zona y un arroz campero realizado por la cooperativa "Ojaranzo". Al terminar el almuerzo decidimos realizar un lazo humano para manifestar nuestra repulsa por los hechos acaecidos ese día. Para la noche teníamos previsto asistir a un concierto rociero el cual se suspendió por las causas anteriores. En vez del concierto nos dirigimos a la Playa de Getares donde bailamos "ese toro enamorado de la luna" "abanicos de colores…" Luego subimos al albergue donde algunos se acostaron y otros esperaron hasta el amaneces.
El último día no quedaba un duro trabajo, despedir a todo el mundo, algunas lágrimas se escaparon. También intercambiamos direcciones, besos y sueños futuros. Podríamos escribir un libro porque la verdad ha sido una semana inolvidable, donde el cansancio, los brotes, los enfados y todo lo malo se sustituye por la amistad creada en esos días.
Desde aquí sólo queremos agradecer vuestra asistencia y la colaboración prestada para la realización de estas:
"III Jornadas Jóvenes ACCU Algeciras 97"
Nuestro objetivo era: Ver a todos felices y sonrientes al final. Creemos que lo hemos conseguido.
¿Qué creéis?
Luis Leo Crespo
ACCU Campo de Gibraltar
grupo de jóvenes
Última actualización